martes, 3 de febrero de 2015

Callas Remastered - La Gioconda (Callas - Ferraro - Cossotto - Cappuccilli - Vinco) Votto [Flac Hi-Res]



Esta grabación de "La Gioconda" tuvo lugar en medio del episodio mas escandaloso en la vida de la soprano. Durante el mes de julio había zarpado en un crucero junto a Aristoteles Onassis y ambos se habían convertido en amantes. Cuando la Callas apareció en las sesiones de grabación en el mes de septiembre ya estaba separada de Giovanni Battista Meneghini y al momento de la publicación de esta grabación, su nombre artístico apareció por primera vez simplificado a Maria Callas, en vez del acostumbrado Maria Meneghini Callas.

Callas conoció a Onassis en medio de otro escándalo. En agosto de 1957 La Scala estaba de gira en el Festival de Edimburgo y la Callas se presentaba en "La Sonnambula" con enorme éxito. Los ejecutivos del festival y del teatro acordaron una quinta función sin el consentimiento de la soprano, creyendo que ésta terminaría por aceptarla cuando la fecha se publicara en la prensa. La Callas no aceptó la treta y se marchó del festival después de concluida la cuarta función. El 3 de septiembre apareció en un baile de máscaras organizado por Elsa Maxwell en el Hotel Danieli de Venecia, la columnista americana aprovechó la ocasión y le presentó a Onassis. Para la fecha, tanto María como Aristóteles estaban casados por lo que el primer encuentro no resultó mas que en una amena charla.

El verdadero asedio de Onassis se inició en París, el 19 de diciembre de 1958, cuando ella hacía su debut en el Palais Garnier. Aristóteles le llenó el camarín con rosas rojas y al poco tiempo la invitó a un crucero en el Christina. La Callas dudaba y puso como escusa una serie de presentaciones de "Medea" en el Covent Garden que necesitaban su concentración absoluta. Onassis siguió insistiendo y partió a Londres a buscar la respuesta. Le organizó una fiesta para celebrar su éxito y la Callas terminó por aceptar la propuesta. Meneghini debió darse cuenta de la jugarreta y puso un montón de obstáculos pero Callas estaba decidida y se compró montones de ropa para el crucero.

El 22 de julio de 1959 el Christina levó anclas. A bordo iban, ademas de los Meneghini y los Onassis, Sir Winston Churchill y su esposa, Lady Clementine, acompañados de su hija, Diana Sandys, y de su nieta, Celia, de 16 años. También estaban Anthony Montague Brown, secretario personal de Churchill, y su esposa Nonie. En una de las escalas se embarcaron Artemis, la hermana de Onassis, y su marido, Theodore Garofalides. Todos estos personajes ilustres asistieron en primera fila al idilio entre Callas y Onassis, que empezó con largas charlas nocturnas y culminó con la pareja haciendo el amor. Todos parecían darse cuenta de lo ocurrido y trataban que Churchill y su esposa no se dieran cuenta. Cuando finalmente todo se destapó, el escándalo fue mayúsculo. La relación con Meneghini se destruyó por completo y a las pocas semanas se iniciaría un proceso de separación legal que terminaría con la Callas cediendo casi la mitad de sus bienes. Onassis por su parte creía poder mantener su matrimonio con Athina Livanos pero la mujer fue implacable y pidió el divorcio y la custodia de sus dos hijos, Christina y Alexander.

El encuentro con Onassis cambió la vida de Callas para siempre, su actividad artística disminuyó notoriamente, se cortó el pelo porque él se lo pidió y dejó de usar gafas porque él lo quiso. Por esta misma fecha quedó embarazada y luego de dos funciones de "Medea" en Dallas en noviembre de 1959, se retiró de la vida publica. Onassis pensaba comprar una casa en Suiza para que la soprano diera a luz y ambos pudieran llevar una vida tranquila lejos del acoso de la prensa pero el 30 de marzo de 1960, Maria dio a luz prematuramente a un varón que falleció dos horas después. Fue bautizado con el nombre de Homero y su muerte atormentó a la Callas hasta el final de sus días.

La relación con Onassis se extendió sin contratiempos hasta el verano de 1962. En junio de ese año, Maria estaba a bordo del Christina junto a Lee Radziwill, la hermana menor de Jacqueline Kennedy. Onassis comenzó así su asedio hacia una figura incluso mas famosa que la soprano. Lee estaba casada con un príncipe polaco pero esto no fue impedimento para regresar al Christina en la primavera de 1963 y convertirse en amante de Onassis. La administración Kennedy no veía con buenos ojos una conexión con el armador griego y se las arreglaron para incluir a Lee en el viaje de J. F. Kennedy a Berlin sin mucho éxito pues un par de semanas después Lee volvía al Christina. Por esta misma fecha, Jacqueline Kennedy dio a luz a un hijo prematuro que no logró sobrevivir mas de tres días. Onassis la invitó a pasar su convalecencia a bordo del Christina. Jacqueline aceptó. Según muchos fue su modo de vengarse de las constantes infidelidades de su esposo. En septiembre de 1963 la primera dama, su hermana y su marido pasaron dos semanas de paseo en Grecia, acompañadas por Onassis. En noviembre del mismo año J.F. Kennedy murió asesinado en Dallas y con ello el camino hacia la primera dama quedó despejado.

La Callas había quedado relegada a un segundo plano. La soprano había hecho todo lo posible para quedarse con Onassis pero éste ya no estaba interesado en ella. A principios de 1960 la soprano vendió su departamento en Milán y se trasladó a París para estar así en la ruta usual de Onassis que se la pasaba entre Londres y Montecarlo. Eran frecuentes las llamadas a última hora, las visitas relámpago y las discusiones acaloradas pero ya era claro que un matrimonio con Callas no era opción.

Finalmente, en agosto de 1968, Onassis le informó que debía desembarcar del Christina pues esperaba visitas importantes. La Callas marchó a París totalmente humillada y ahí se enteró por la prensa del matrimonio entre Onassis y Jacqueline Kennedy celebrado en la isla de Skorpios en octubre de 1968. Al poco tiempo los gustos extravagantes de su nueva esposa terminaron por desencantar a Onassis. Trató entonces de reconquistar a la Callas pero la soprano se negó a convertirse nuevamente en su amante. Al parecer hacia fines de 1972 Onassis decidió divorciarse de Jacqueline, contactó abogados para ver sus opciones pero en enero de 1973 falleció su hijo victima de un accidente aéreo y los planes quedaron en nada. Onassis nunca se recuperó del dolor causado por la pérdida y falleció finalmente en marzo de 1975.

La Callas había cantado su última Gioconda en febrero de 1953, seis años después la voz ya no tenía la misma envergadura ni el poderío de juventud pero por alguna razón las cosas parecen funcionar mucho mejor de lo esperado y se puede considerar a esta grabación como el último momento estelar en la carrera de la soprano. La voz se oye mucho mas estable que en la anterior Lucia, se la oye segura en el registro central y grave y no hay mayores signos de desgaste en los agudos, si bien el vibrato lento sigue presente y alardes técnicos coma la messa di voce en "Enzo Adorato!" ya no están a su alcance. Por otro lado la proyección del personaje, la intensidad emocional y el cuidado que da a las palabras la encumbran por encima de otras versiones. La única competencia directa es ella misma, siete años antes en la grabacion Cetra.

El reparto no está a la altura de la Callas. Ferraro hace un Enzo de rutina, sin mayores brillos vocales ni expresivos, la Cossotto es aún muy joven y a su Laura le falta la grandeza y estampa que solo se logra con la experiencia. Cappuccilli compone un Barnaba de gran canto pero nada amenazador. Vinco por su parte entrega un Alvise potente y sonoro mientras que Irene Companeez compone una Cieca sincera en expresión y sonora en la vocalidad.

La grabación se realizó en La Scala de Milan entre el 4 y 11 de septiembre de 1959.


Maria Callas (La Gioconda)
Pier Miranda Ferraro (Enzo Grimaldo)
Fiorenza Cossotto (Laura Adorno)
Piero Cappuccilli (Barnaba)
Irene Companeez (La Cieca)
Ivo Vinco (Alvise Badoero)

Orchestra e Coro del Teatro Alla Scala di Milano
Antonino Votto (Conductor)

Warner Classics
Flac@96kHz-24bit | Cover + Digital Booklet

4 comentarios:

  1. fascinante como siempre todo lo que cuentas, pero has pasado por alto dos detalles relevantes en lo operístico, que es lo que más nos interesa en este contexto:
    uno, la atención que recibió Renata Scotto como sustituta en último instante de la Callas en esa última función de Sonnambula, y en relación a eso la curiosa actitud de la Scotto hacia Callas, con comentarios poco amables hacia ella en vida, y elogiosos una vez muerta, y
    dos, el alumbramiento de esas dos joyas que son los álbumes "Callas à Paris", fruto de su permanencia en la capital francesa, como bien dices, anhelando recuperar el afecto del armador.
    no puede uno dejar de recordar al escuchar su magistral "mon coeur s'ouvre a ta voix" que debería ser un dúo...

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    1. Lo de Renata Scotto lo salté a propósito. Tiendo a pensar que su actitud no es mas que la tontera propia de su cuerda y la juventud. Con el tiempo aprendió a ser mas cuidadosa con lo que salía de su boca.

      Los albumes franceses vienen después de la Norma, quizas por eso no mencioné nada al respecto.

      Saludos!

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  2. He leido atentamente y con mucho interes hasta ahora todos los comentarios q has hecho encuanto a estas grabaciones de la Callas q vienes subiendo y en general y asombrosamente coincido en tus apreciaciones.Sos decididamente un fanatico de esta cantante poco comun,ya q no solo valoras sus logros y sus exelentes aptitudes como cantante magistral q sin duda fue,sino q tambien tematisas sus fallas y no sos ciego a lo q no fue tan positivo en su carrera como cantante.Encuanto a Gioconda,no quiero negar q su version es excelente,pero tambien valoro la de su supuesta rival Tebaldi.Es completamente distinta pero igualmente intensa.Ademas comparando grabaciones en general de q me sirve una muy hasta excelenete protagonista si el resto del reparto es mediocre o pasable,a la hora de decidirme q version prefiero o compraria me quedo con aquella q esta mas equilibrada y aqui es donde muchas de las grabaciones realizadas con Callas dejan mucho q decear,un ejemplo seria justamente esta Gioconda.

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  3. La mejor Grabacion de La Gioconda en mi opinion: El personaje le iba a la perfeccion y la previa experiencia que tenia con el, explican la razon por la cual esta version hasta dia de hoy logra de ser una de las de referencia absoluta (si no es que la primera opcion). ademas tiene el plus de ser en Stereo lo que deja apreciar con mayor detalle la direccion de Antonino Votto, que inclusive, se oye mas energica aqui en esta version que en la de Cetra.

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