martes, 21 de julio de 2015

Verdi - Aida (Price - Vickers - Gorr - Merrill - Tozzi) Solti [FLAC]



Otro gran clásico de la discografía es esta versión de "Aida" dirigida por Georg Solti. La producción estuvo rodeada de polémicas tanto en el proceso de grabación como en su impacto en la critica de la época y apareció primero en la serie "Living Stereo" de la RCA para ser transferida posteriormente a Decca.

Si siguiéramos el orden cronológico de las grabaciones de Vickers hay que colocar esta "Aida" inmediatamente después de su recital de arias italianas. Ambas grabaciones se realizaron en Roma durante el verano boreal de 1961.

A pesar de su fama, esta grabación es bastante problemática en varios aspectos. Primero que todo el elenco de cantantes principales es muy heterogéneo y muy alejado del canto italiano. La Price dominó el rol de la esclava por décadas gracias a la plasticidad de su instrumento que le ofrecía una gran gama de contrastes a la hora de matizar. La linea de canto es estupenda, la voz hermosa y los agudos surgen fáciles hasta el extremo del Do. Vickers sigue sonando ajeno a la vocalidad italiana a pesar de las excelencias de fraseo, matices e intensidad dramática con la que enfrenta a Radamès. La mezzo belga Rita Gorr tenía uno de los instrumentos mas gloriosos de su época pero no tenía nada de mezzo verdiana. Los graves surgen apagados al no estar colocados en el pecho, el centro algo gutural y el agudo muchas veces estridente. Por otro lado compone una Amneris imponente y de gran intensidad. Por su parte Merrill crea un Amonasro de lujo y Tozzi un sonoro Ramfis.

Solti le añade mas polémica a la grabación con marejadas de sonido y un estilo rimbombante bastante marcado. La sección de los metales se oye con una relevancia poco acostumbrada en esta ópera y el control férreo que impone el director a sus músicos termina por traicionarlo en la escena triunfal en donde en vez de oírse un trabajo colectivo termina escuchándose una batalla campal por quien suena mas fuerte.

Las sesiones de grabación organizadas en Roma durante los meses de junio y julio de 1961 vieron además el nacimiento de la enemistad entre Jon Vickers y Georg Solti. La relación entre ambos había calentado motores con un intercambio de correspondencia para planificar el debut de Solti como director principal en el Covent Garden. Los cambios en el repertorio al parecer no gustaron a Vickers (quería cantar a Florestán con Nilsson y terminó siendo Siegmund) y el trato entre ambos en las sesiones de grabación de esta "Aida" no ayudó en nada. A fines de septiembre de 1961 comenzaron los ensayos de "Die Walküre" y en una oportunidad Solti terminó pidiéndole a Vickers que cantara la melodía del "Winterstürme" sin letra para asegurar la melodía. Vickers estalló en furia y nunca mas volvió a trabajar con Solti, calificando su manera de trabajar como "fascismo puro". La enemistad entre ambos privó al Covent Garden de varias oportunidades de lucimiento para ambos. El desquite de Vickers se dio en el escenario del Metropolitan de New York de donde Solti terminó por salir en 1963 para nunca mas volver, segun muchos debido a la amistad entre Vickers y Rudolf Bing, General Manager del teatro.

La grabación ganó el Grammy en 1962, convirtiéndose en el primero de un total de treinta y dos en la carrera discográfica de Solti.


Leontyne Price (Aida)
Jon Vickers (Radames)
Rita Gorr (Amneris)
Robert Merrill (Amonasro)
Giorgio Tozzi (Ramfis)
Plinio Clabassi (il Re)
Franco Ricciardi (Un messagero)
Mietta Sighele (Sacerdotessa)

Orchestra e Coro del Teatro dell'Opera di Roma
Sir Georg Solti (Conductor)

RCA/Decca
Flac | Cover + Scans
DESCARGAR

7 comentarios:

  1. Esta, junto con la Tebaldi-Del Monaco y Domingo-Arroyo. Las 3 que hay que tener. Seguidas de cerca, las de Caniglia y Milanov. Oigo también mucho la de Nilsson Emi por sus muchos aciertos. Gracias.

    ResponderEliminar

  2. Lo anecdótico, que la gran mayoría de oyentes desconocemos, no quita ni agrega nada a esa grabación que es considerada por muchos como la mejor existente en el mercado. La AIDA no es ya solamente italiana. Es patrimonio universal. El elenco de cantantes son intérpretes excepcionales y grandes voces insuperables. Mil por ciento creíbles. Los personajes ficticios creados por el genio de Verdi son humanos, demasiado humanos. El purismo crítico del autor de la nota, que pretende "italianizar" esta obra egipcia y etiope, ya desde este hecho desmiente su pretención nacionalista a ultranza, desmiente ese comentario apasionado y provinciano. La versión de Solti queda en la historia de las grabaciones del titulo verdiano como una sola que alcanza el nivel de excelencia interpretativa. Gústele a quien le guste. Que somos mayoría.

    ResponderEliminar
  3. Una pregunta Castafiore: ¿entre esta remasterización de RCA y la versión digital de Decca cuál consideras mejor? 🤔

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Por cierto, olvidé comentarte. Warner Music acaba de lanzar una nueva remasterización digital de Il Pagliacci con Callas/Di Stefano. Ojo con eso

      Eliminar
  4. Terminé de escuchar la remasterización de este álbum, y debo decir que no me cansaré de sorprenderme por dos ✌🏼 cosas:

    1) La tremenda calidad artística de las grabaciones de Solti. Uno podrá discutir su decisión de optar por ciertos cantantes en beneficio de otros más famosos o de mejor técnica, pero si algo no le podemos discutir al maestro húngaro es su dedicación plena a la compresión de la obra que tiene entre manos y hacer todo lo posible para presentar un producto exquisitamente representado, tanto en el canto como en lo orquestal. Tal vez en este sentido la remasterización ayudó en mucho en mi apreciación.

    2) Lo estúpido que me siguen resultando muchas “críticas” de ciertos “entendidos” del mundo operístico. Es imposible que al escuchar un álbum como este alguien se atreva a decir que es decididamente malo. Quien así opera deja en claro su falta de criterio y juicio estético, además de un conformismo insufrible que sólo le permite repetir lo que algunos ignorantes escriben para captar público, a costa de menoscabar un trabajo que a todas luces es un triunfo indiscutible.

    ResponderEliminar